Canto I (versos 1-19)
Qué ofensa cruel de amor se causara,
y las trivialidades que formara
un vanal asunto que yo canto.
¡Oh, musa! A Caryl debo mi canto.
Pequeño es el asunto que leyera
aunque gloria y diosa no lo fuera.
Si mis versos ella dulce inspira
y con benignos ojos él los mira,
¿cuál es el motivo por el que osa
caballero a asaltar a dama hermosa?
A una noble beldad, y por qué fue
el más severocon extraño desdén
hombrecillos, como el lord desdeñado.
Por las cortinas del sedal nevado
el sol lanzó un tímido rayo
que toca los ojos al despertarse.
Los perros falderos se agitan al alzarse,
amantes despiertan al mediodía
mientras Belinda eclipsa al día.
Luis Conejero
Qué ofensa cruel de amor se causara,
y las trivialidades que formara
un vanal asunto que yo canto.
¡Oh, musa! A Caryl debo mi canto.
Pequeño es el asunto que leyera
aunque gloria y diosa no lo fuera.
Si mis versos ella dulce inspira
y con benignos ojos él los mira,
¿cuál es el motivo por el que osa
caballero a asaltar a dama hermosa?
A una noble beldad, y por qué fue
el más severocon extraño desdén
hombrecillos, como el lord desdeñado.
Por las cortinas del sedal nevado
el sol lanzó un tímido rayo
que toca los ojos al despertarse.
Los perros falderos se agitan al alzarse,
amantes despiertan al mediodía
mientras Belinda eclipsa al día.
Luis Conejero
Very good Luis!!!!!
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